sábado, 16 de abril de 2011

Relación entre formación y trabajo: La segunda gran verdad.

Me gustaría hacer varios apuntes a tener en cuenta a la hora de tomar una decisión sobre el futuro:
  • Hay que decidir si se quiere estudiar una carrera universitaria o formación profesional. Sí, también existe la formación profesional aunque como vivimos en un mundo que tiene "titulitis" esa opción muchos la toman como "la opción de los perdedores", pero a todos esos yo les digo, cada vez que tenéis cualquier problema en casa (por ejemplo, con las tuberías, la electricidad,... ¿qué haríais sin "los perdedores"?). También es necesario apuntar que estas opciones no son excluyentes, es decir, alguien que estudie FP luego puede optar a continuar sus estudios con una carrera universitaria.
  • La opción de los estudios universitarios, una vez decidida la carrera, es necesario estudiar las características de las universidades, públicas, privadas y concertadas, que ofrecen esos estudios (ubicación, campus, formación extraacadémica, prácticas, prácticas, convenios, becas, opción de Erasmus,...), no es conveniente dejarse llevar sólo por la cercanía con los amigos, la fiesta, el ambiente universitario,... (aunque también son aspectos a analizar).

La segunda gran verdad:

Le toca el turno a la segunda gran verdad: Si se opta por estudiar una carrera universitaria es necesario tener clara esta verdad: la formación universitaria no prepara para la vida laboral, es decir, que nadie piense que habiendo estudiado una carrera universitaria ya está preparado para meterse de lleno en la vida laboral de ahí mi insistencia en las prácticas o trabajos de verano mientras se estudia la carrera puesto que es el complemento perfecto a la formación universitaria. Además, ¿alguien ha visto las ofertas de empleo? Básicamente se resumen en:
  • Gente joven.
  • Bien formada: Se busca gente especializada en un tema, bien porque en la carrera se haya especializado en una rama concreta o bien porque haya realizado un master; pero que a la hora de la verdad sea polivalente y pueda enfrentarse a cualquier reto.
  • Con experiencia laboral, de al menos 1 ó 2 años.
  • Idiomas y con idiomas quiero decir haber pasado varios meses en el extranjero y no haber ido a una academia desde los 8 hasta los 11, por ejemplo.
Y cuando vemos esas ofertas de empleo pensamos, ¡claro! esa persona no necesita buscar trabajo porque son las empresas las que van a buscarle a casa, pues actualmente muchas de esas personas se encuentran en paro... Veréis, hace unos meses, en El País aparecían entrevistas a jovenes aunque sobradamente preparados (jasp) que estaba en paro y no tenía expectativas a corto plazo de encontrar trabajo que estaban planteándose irse al extranjero "Vente a Alemania, ingeniero Pepe"
(http://www.elpais.com/articulo/sociedad/Vente/Alemania/ingeniero/Pepe/elpepusoc/20110130elpepisoc_1/Tes).

miércoles, 23 de marzo de 2011

Relación entre formación y trabajo: la primera gran verdad

No sé si a vosotros os ha pasado lo mismo que a mí, pero todavía recuerdo la ilusión que me hizo, cuando estaba en la universidad, conseguir mis primeras prácticas, mi primera toma de contacto con el mundo laboral "de verdad".
En mi caso, hice prácticas en una Casa de la Juventud y mis recuerdos de aquel verano son fantásticos.
Mi función era la de analizar la imagen y comunicación que la Casa de la Juventud tenía con su público objetivo, medios de comunicación,...
Realicé un montón de encuestas a estudiantes, gente joven; asistí a ruedas de prensa de la Casa de la Juventud, y después de 3 meses entregué un informe con los resultados y las propuestas que yo les hacía para mejorar algunos aspectos.
Muy, muy resumido éste fue mi primer verano de Universidad.
Pero lo que realmente quiero tratar aquí es lo que considero una "gran verdad" que las personas que definen los planes de estudios, las universidades y el Ministerio de Cultura debería tener muy presente: Una persona de 17 años no está preparada ni lo suficientemente informada para tomar una decisión sobre su futuro académico y profesional.
Cuando yo estaba en el Instituto, vinieron a darnos varias charlas sobre diferentes estudios universitarios: medicina, derecho y económicas. ¡Síííí! Esa fue toda la información que recibimos sobre la universidad y cómo elegir una carrera...
Pues como comprenderéis había los dos extremos: gente que lo tenía clarísimo desde el principio, gente con una vocación muy clara (por ejemplo, mi amiga que siempre tuvo claro que iba a estudiar periodismo) y gente que no tenía ni idea (como yo). Como las carreras de las que nos hablaron no eran para mí (eso sí lo tenía claro) empecé a investigar por mi cuenta y finalmente decidí estudiar Publicidad.